3/12/07

Administradores del terror

Hemos tenido mejores fines de semana. Las multinacionales del miedo no descansan, y parecen diabólicamente sincronizadas en su tarea de amargarnos la existencia. ETA ha vuelto a matar guardias civiles, y el Papa los ha enviado al infierno. Bueno, los ha enviado al infierno si en las milésimas de segundo que median entre la entrada de una bala en la cabeza y la muerte cerebral no han tenido tiempo de arrepentirse de sus pecados. Y ello parece poco probable.

El presidente de la multinacional del terror psicológico ha vuelto a atentar contra nuestras conciencias, un tanto relajadas, recordándonos que eso de que el infierno y el purgatorio no existían era un bulo de la multinacional atea.

Días antes, en esa amnesia que sólo la fe cándida de sus seguidores disculpa, había aventurado que el ateísmo ha originado las “más grandes crueldades y violaciones de la justicia”

de la era moderna, olvidando quizá el papel del papado que miraba hacia otro lado ante el nazismo y el fascismo que nos metieron en la segunda guerra mundial.

En cualquier caso, como diría su amigo el otro historiador insufrible e igual de certero en el análisis, José María Aznar, la encíclica Spe Salvi en la que rescata el infierno es un mensaje “sin complejos” , la vuelta al catálogo de ventas que tan buenos beneficios le ha proporcionado a su empresa a lo largo de la historia. La Iglesia se estaba equivocando con tanta relajación en el mensaje, tanto hablar de la bondad y generosidad de su dios, a punto de abandonar su mejor activo: el terror, el miedo irracional, el instrumento supremo de los salvapatrias y salvaalmas que tan buenos resultados les ha reportado siempre para equilibrar sus cuentas corrientes.

Para Benedicto XVI, los enemigos no son los seguidores de las otras religiones (falsas, por supuesto), ni sus promesas extravagantes de Paraísos machistas repletos de huríes y ríos de miel. El Papa, como buen comerciante, no tiene miedo a la competencia. Al fin y al cabo, los fieles de las otras religiones son clientes potenciales a los que un día seducir (ahí está Tony Blair); ocupan una cuota de mercado por la que competir, bien es verdad, pero son compradores ciegos a los que, una vez dispuestos a tener fe, no les importa el tamaño del disparate en el que hay que creer. Los enemigos somos otros, los ateos, los que no estamos dispuestos a consumir su mercancía.

También nos recordó Su Santidad que habrá un Juicio Final, el fin de fiesta donde se escenificará el reparto definitivo de premios y castigos eternos. De todos los misterios de su religión (y mira que tiene misterios) el pasaje del Juicio Final es quizá el más disparatado del catálogo. Y sin embargo la gente lo compra con el mismo entusiasmo con que se abona a la historieta de la manzanita de Eva.

Es sabido que resucitaremos con nuestros cuerpos tal como fueron en vida, los fetos abortados, los embriones, los malformados genéticamente, todos los proyectos de vidas nonatas con las que dios se entretuvo en ponerles una almita estéril, pero que no hicieron el menor mérito por merecer el Cielo, allí de pie junto a la Madre Teresa de Calcuta que se dejó la piel en vida, temblorosa, disimulando para que no se diera cuenta dios de que en un momento de debilidad había dudado de su existencia y hasta de su bondad. Y allí estará el guardia civil Raúl Centeno y las víctimas de todos los terrorismos junto a sus asesinos, y allí estaré yo, un ser inclasificable, todos pendientes del humor del padre eterno y de la nota final con la que va a calificar nuestras vidas. Tú para arriba, tú para abajo… Vamos, lo que se dice la juerga final.

De aquí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Te aconsejo que no utilices a google como referencia para corregir las faltas de ortografía. Google busca todos, y si hay gente que escribe "himbestigaciones" mal google lo buscará. Te aconsejo que utilices el diccionario. Es más fiable.

kvafis dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
kvafis dijo...

Vaya, fërûth, es un asunto de los comentarios de un post de El Oro de Modcú.
Google en la palabra concreta que nos ocupaba allí no pretendía ser tanto una autoridad académica como una autoridad sobre el uso real de esa palabra; de unos años a esta parte "himbestigaciones" es una palabra correcta si por tal entendemos que tiene un significado de uso y un valor de uso que expresa un concepto novedoso en España. Es posible que por ahí incluso haya aparecido ya en algún "diccionario.
El uso y significado de la palabra "hinbestigaciones" en los resultados de la búsqueda Google o en el contexto irónico de El Oro de Moscú, más allá de la homofonía, son muy distintos de los de la ordinaria "investigaciones"

Anónimo dijo...

En tal caso cada vez que cometa una falta de ortografía (que las cometo) me excusaré argumentando que si se encuentra en las búsquedas de google es que tiene un suso habitual y por tanto debería ser incluida en un diccionario. Y yo estudiando durante años lengua y literatura para nada.

Gracias sinceramente.

Anónimo dijo...

A parte del tema que nos ocupa quisiera pedirle disculpas por utilizar su blog para discutir sobre un tema ajeno a él. He entendido el uso de la "nueva" palabra pero es un arma de doble filo, hay personas que pueden creer que "himbestigaciones" se puede utilizar tanto para el significado antiguo como para el "nuevo".
Un saludo.